Sumario: | La producción de carne bovina vive una paradoja. Forma parte de nuestro ser nacional vernos como miembros de una región del mundo en donde la carne de bovino, se encuentra profundamente arraigada en tradiciones gastronómicas y culturales. No hay hogar chileno en que los asados no formen parte del rito de celebración de la llegada del buen tiempo, de las celebraciones familiares o las nacionales. Y cuando hablamos del campo y de su gente, es inevitable asociarlo a la presencia de bovinos, como parte del paisaje y de nuestra identidad rural. Sin embargo, todo ello cada día forma más parte de un imaginario que de una realidad. Cada vez se reducen más los espacios ganaderos, hay menos predios y menos animales. Cada vez comemos más otras carnes, y la que comemos es además importada. ¿Significa que en nuestro país la ganadería de carne no tiene opción? Este libro pretende entregar luces respecto de esta disyuntiva, buscando demostrar que la vocación ganadera de Chile si tiene un espacio para su desarrollo y consolidación, que el sector tiene suficientes condiciones naturales, institucionales y productivas para enfrentar el desafío de competir y ganarse un espacio propio, como una actividad que no solo nos identifica, sino que valoriza nuestros territorios y viabiliza el desarrollo de sus habitantes. -
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