| Sumario: | Entre voces y ecos comprende un conjunto de estudios de poesía hispánica desde la perspectiva de la poética que la creó y que conforma el meollo mismo de su ser. Comienza en la España renacentista, cuando Boscán y Garcilaso de la Vega le darían para siempre su pauta y vaso. Por todo lo largo del Siglo de Oro español, de nuestro Siglo de Oro hispánico, sea en Balbuena o Garcilaso, sea en Domínguez Camargo o Góngora, ya en Caviedes y en Quevedo, ya en Sor Juana y Calderón, una misma poética se encarnó en todos sus versos: la de la imitatio renacentista. Caso ejemplar de esos principios seminales es la obra de Bernardo de Balbuena. Y como modelo privilegiado de una larga serie poética, la tradición hispánica de Petrarca. La poética petrarquista, es decir, la de la imitación, cundió por todo un virreinato, ejemplificándose admirablemente en la Miscelánea Austral de Diego Dávalos y Figueroa. Y así como esta poética no conoció límites geográficos dentro del ámbito de la literatura occidental, tampoco los conoció temáticos: el escrutinio de las convergencias y divergencias en la poetización del texto bíblico permite contrastar los modos de abordar los temas mítico-religiosos concurrentes, destacando, por ejemplo, la originalidad poética de Luis de Ribera, ese "clásico olvidado", y de Diego Mexía de Fernangil, o la de Hernando Domínguez Camargo, "una extensión sin precedentes, en el contexto de lo verbal, de la forma rectora en la semiótica de la estética barroca". Como corolario, una reflexión sobre el afán de saber enciclopédico propio del episteme renacentista, tan mal entendido a veces en nuestros tiempos, y tan importante para la identidad misma del poeta humanista. -
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