Sumario: | Hace no mucho tiempo los científicos fueron mandados a lavar los platos. Un sabio consejo ya que la ciencia tiene mucho de cocina, de probar y de mezclar. Por otro lado, la cocina misma es un arte y una ciencia, y conocer los secretos de hervores y frituras y congelados puede ayudar a servir una mesa llena de delicias. Muchos consejos de abuelas encuentran así su respuesta "científica": ¿cómo lograr una masa o una mayonesa perfectas? ¿Y las claras a nieve? ¿Cuáles son los secretos del almacenamiento de alimentos? ¿Por qué no agregarle un poco de ciencia a la cocina? No por eso dejará de ser divertida, sino todo lo contrario. Además, y por el mismo precio, uno podrá sorprender a los amigos al explicarles qué es en realidad la gelatina, o cómo lograr el mejor punto de merengue. Al fin y al cabo, jugar al científico no es demasiado diferente a jugar al cocinero. En este libro, los biólogos Diego Golombek y Pablo Schwarzbaum cuentan algunos de los secretos con que los cocineros científicos pueden divertirse y deleitar a sus invitados.
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