Sumario: | "Durante los últimos años, la forma de considerar el error en el aprendizaje ha evolucionado de forma considerable. Se ha pasado de una concepción negativa, que conducía a castigarlo, a otra en la que los errores se ven como indicadores que ayudan a comprender mejor el proceso de aprendizaje y también como testimonio de las dificultades con las que se van encontrando los alumnos. Sin negar que existen algunos errores debidos a la falta de atención o al desinterés, el autor nos muestra cómo es posible basarse en los errores cometidos por los alumnos para analizar lo que sucede en la clase y fundamentar mejor la intervención pedagógica. Así, a partir de numerosos ejemplos, identifica y analiza ocho tipos de errores para los que propone estrategias y remedios. Considerar el error como centro del aprendizaje queda fuera de los enfoques técnico-didácticos y cuestiona el sentido general de las actividades escolares." (Copiado de la pasta).
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